top of page

Episodio José María

  • Writer: florenciaaimo
    florenciaaimo
  • Sep 27, 2010
  • 4 min read

Dentro de nuestro recorrido por el mundo, también vivimos muchos roadtrips. Entre ellos, el organizado por Juan y Celina Luna a la Costa Brava. Celina al volante y manejando al borde del abismo... una verdadera aventura.


Después de vueltas y vueltas hasta salir de Barcelona (no encontrábamos la autopista) nos dirigimos a Cadaqués. No más de 3 horas de Barcelona, este pueblo pesquero que anteriormente sólo se podía acceder por mar, está justo en el borde de la península de Cabo Creus donde las montañas de los Pirineos se juntan con el mar, cercano al límite sur de Francia. Celina acostumbrada a autos automáticos y caminos planos, temblaba de miedo mientras subía la montaña!!! “Tengo vértigo” exclamaba mientras nosotras nos mirábamos y rezábamos a nuestros adentros por no caer en un precipicio!


Cadaqués es uno de los lugares más lindos que vimos. Cuna de arte, hogar de Dalí... un lugar que respira locura y encanto. Inspiración de artistas por su increíble luz y brisa de mar. Y aunque no sea característico del lugar, resultó muy aventurero para nosotros!!!



ree


Decidimos dar una vuelta con el auto. Los caminos son chiquitos, y mantienen su encanto rústico y bohemio a pesar de la invasión turística. Tanto es así que experimentamos lo chico de las calles en propia piel. A este evento lo bautizamos episodio José María. En nuestro curiosear por Cadaqués entramos por muchas calles y siempre pensábamos, que difícil estas callecitas tan angostas, se podrá pasar por todos lados? Importante también es destacar que nosotros íbamos en una camioneta... se podría decir de un muy buen tamaño. Entre calle y calle terminamos metiéndonos en una calle sin salida por no saber las señales de este país... y no sólo no tenía salida sino que era una calle curva cuesta bajo. En consiguiente nosotros teníamos que subir marcha atrás cuesta arriba. Para hacer la aventura más aventura, al inicio de la barranca una moto bloqueaba el camino. Parecía imposible subir. Intentamos una y otra vez, Flor guiando desde afuera, los Luna guiando y maniobrando desde adentro.


Después de varios intentos... nuestras vistas se nublaron por una humadera!!! Qué susto. Salimos rajando del auto. Desesperación total! (aunque al borde de lo absurdo, jajaj!) Buscando ayuda tocamos puertas de las casas de alrededor, hasta que Celina encontró mirando dentro de una ventana al “Nórdico”, muy pancho, rascándose las bols... Aún así, muy amablemente, el “Nórdico”, que seguramente era su primer día en Cadaqués, nos ayudó, trayendo agua (si para apagar el incendio!!! LOL!) y con él a una “local” que nos aseguraba que esto pasaba siempre. Nosotros pensábamos que nos quedábamos estancados ahí para siempre! El día parecía arruinado completamente!


La “local” decidió llamar a la policía. Y allí fue cuando llegó José María! Ay José María! El Salvador! Cancherísimo se puso en el volante y en 4 maniobras sacó el auto y nos escoltó hasta el lugar correcto donde pudimos estacionar el auto sin problemas! He aquí la razón por el nombre de este blog en honor a José María.


En Cadaqués comimos rico y caminamos mucho. Fuimos a la Casa Museo Dalí, pero siguiendo nuestra suerte, estaba cerrada (y de hecho hay que sacar cita para visitarla). De todos modos, pudimos apreciarla de afuera y espiar en algunas partes para ver esta gran obra de arte que fue su hogar.


Descubrimos más del encanto de Cadaqués durante el atardecer recorriendo otras calles y viviendo los cambios de la gente y el lugar. Al regreso, ya más tranquilos y fuera de cualquier peligro aparente, Celina confiada al volante declaró: “Ahora sí, me siento segura porque no veo”... ya que era tarde y no podía ver el abismo de las montañas. De alguna manera esa confesión no nos dejó muy tranquilas... “segura porque no veo???”


Dormimos en Roses, un hotel frente a la playa... donde parecía haber una convención del PAMI por la cantidad de super adults*** del lugar! A la noche bailaban “moviendo la cintura y con movimiento sexy!” Jose, Juan y Celina compartieron un lindo momento familiar durante una de las mejores cenas de esta parte del viaje.


Al día siguiente, nos dirigimos a recorrer otros lugares increíbles de la Costa Brava. Pals, recinto medieval ubicado en lo alto de una colina rodeada de llanuras cubiertas antiguamente por estanques y marismas, que posteriormente fueron secadas y destinadas al cultivo del arroz. Paseamos un rato por aquí y sacamos muchas fotos como siempre.


Por último, frenamos en Tossa del Mar, donde comimos frente al mar y con vista al castillo. La costa brava no es la típica costa española de playa larga y arena fina, al revés, consta de calitas que van bordeando la costa y se llama brava porque es rocosa y los pinos mediterraneos llegan a besar el mar. Son una maravilla. Además la costa brava ofrece una cultura gastronómica inmejorable... nos quedamos con ganas de ir a El Bulli.


*Nota a nosotras: Aprender señales de tránsito del país que visitamos.

**Nota de agradecimiento: Lunas, mil gracias por el paseo, las risas, el GPS y la aventura.

*** referencia a “Scotland’s charm”



Comments


bottom of page